miércoles, 28 de diciembre de 2016

Permeando estructuras

La American Physical Society (APS) es la sociedad que nuclea a los físicos estadounidenses. Es responsable de la línea de revistas Physical Review, que gozan de un mucho impacto internacional en la disciplina. En una presentación hecha en la reunión anual de APS (edición 2006 [1]), el Dr. David G. Seiler del National Institute of Standards and Technology (NIST) cuenta la inserción de los físicos en la administración federal estadounidense:

Sirva esto como prototipo para discutir la presencia científica en la administración pública. La doctrina tradicional argentina trata al sistema científico como algo a verse disjunto del todo. La inserción de científicos en la industria en general no dista mucho de la inserción de científicos en los demás ministerios. En la primera no se da (no para ejercer actividad científica, al menos) y en la segunda en general tampoco. 

Si efectivamente vamos hacia la meta de ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) [2], tarde o temprano deberemos cumplir con metas concretas como la inversión del orden del 2% de del PBI en investigación y desarrollo [3]. Según la misma OCDE, en 2014 la Argentina destinó el 0,61 % de su PBI en dicho rubro (último dato, y con muchas advertencias sobre su confiabilidad por emanar de estadísticas públicas de la época). Cómo se repartirá esa inversión a futuro en virtud de la meta entre los sectores público y privado será un tema arduo, por ponerlo de una manera elegante. 

Para no asomarnos al poco virtuoso proceso de duplicación de funciones gubernamentales, ¿existen organizaciones argentinas con la capacidad de localizar los lugares de la administración pública donde podrían insertarse científicos para trabajar productivamente de científicos y no de meros burócratas? Hay varias. El Consejo Interistitucional de Ciencia y Tecnología (http://www.cicyt.mincyt.gob.ar/ ) es un organismo que coordina entre muchas instituciones de ciencia y tenología. En particular el Gabinete Científico Tecnológico (GACTEC) (http://www.mincyt.gob.ar/ministerio/gabinete-cientifico-tecnologico-gactec-15) tiene el carácter de ámbito interministerial con representantes de todos los ministerios. En este último es donde debiera darse naturalmente la demanda de personal científico para encarar problemas de la administración pública. Por ejemplo, las tradicionales becas también se pueden articular con los ministerios de manera de proponer como tema de estudio los problemas científicos de cada dependencia y así ahorrar fortunas en contrataciones a consultoras, por ejemplo. Los problemas regionales y la transferencia de conocimientos también tienen un organismo coordinador: el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (CoFeCyT) (http://www.cofecyt.mincyt.gob.ar/).

En todo caso, debe haber mucha más permeabilidad entre las estructuras gubernamentales en general. En particular, entre éstas y el sistema científico. Casualmente, Samuel Goudsmit fue el primer editor de Physical Review Letters y entre otras cosas advirtió esto en la posguerra de 1947 [4]:
"Una de las principales tareas de los administradores de la investigación es llevar los resultados obtenidos por los científicos a la consideración de las agencias gubernamentales apropiadas. Como contraparte, deben interiorizar a los científicos sobre los problemas cuyas soluciones serían de utilidad para la Armada, Marina, Fuerza Aérea, u otra agencia para tiempos de guerra o de paz."
Ahora bien, todas estas iniciativas se vierten sobre la parte aplicada del quehacer científico. También Goudsmit nos advierte que bajo ningún motivo debemos desestimar u olvidar la ciencia básica (la que se hace sin aplicación en mente) [4]:
"De nuevo, nosotros no tenemos un dogma nazi operando para hacer que la ciencia abstracta, "no-aria", se haga impopular entre los estudiantes. Sin embargo, la ciencia de "pelo largo" siempre ha tenido cierta  mala fama entre los estudiantes americanos, resultando en que el número que elige ciencias puras como carrera sigue siendo muy pequeño. El ideal sostenido por la juventud americana es un hombre como Edison, mientras que para gran pionero como Josiah Willard Gibbs, de Yale, sus investigaciones teóricas en los 1870s fundaron una nueva rama de la ciencia química y sin embargo son prácticamente desconocidas. Las conquistas actuales de la química e ingeniería química modernas son inconcebibles sin la visión de Gibbs. 
Desde la bomba atómica ha habido un aumento en el número de estudiantes de física. Pero cuando el glamour de lo nuevo se pase este número con toda probabilidad va a decrecer. Una ayuda para remediar estos problemas sería mayor nivel de salario y un aumento de prestigio de los profesores, junto con la popularización, a nivel de escuelas secundarias, del valor de la ciencia pura."

Referencias

[1] David G. Seiler, Government Jobs for Physicists: Believe It or Not –Challenging and Satisfying!, Presented at the March American Physical Society Meeting March 15, 2006 http://www.aps.org/meetings/multimedia/upload/Government_Positions_for_Physicists.pdf
[2] Presidencia de la Nación, República Argentina, Objetivos de gobierno (VIII.97), http://www.casarosada.gob.ar/objetivosdegobierno/
[3] Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Main Science and Technology Indicators (June 2016). http://www.oecd.org/sti/msti.htm
[4] Samuel Goudsmit, Alsos (AIP Press, 1996).


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